un legado familiar en cada plato
La historia de Choco es, ante todo, la historia de una familia. Todo comenzó en el bar de nuestros padres, en el barrio cordobés de la Fuensanta. Allí, entre aromas de guisos caseros y el bullicio de los vecinos, aprendimos que la cocina es mucho más que técnica: es afecto, esfuerzo y memoria. Aquella barra modesta fue nuestra primera escuela, y el puchero diario, nuestro primer libro de recetas.
Ellos nos enseñaron a respetar el producto, a cocinar con el corazón y a entender que detrás de cada plato hay una historia que merece ser contada. Con sus manos curtidas y su ejemplo diario, nos inculcaron la importancia de la dedicación, el trabajo bien hecho y la generosidad de dar lo mejor a los demás.
Hoy, esa semilla sigue dando fruto. Con Marta, Juan Carlos y Asun comparto la ilusión de seguir alimentando este proyecto, cuidando cada detalle dentro y fuera de la cocina. En Choco, cada servicio es para nosotros un homenaje a ese hogar lleno de pasión y hospitalidad, un lugar donde tradición y vanguardia se dan la mano.
Nuestro equipo no cocina solo para sorprender, sino para emocionar. Cada plato que llega a la mesa es un guiño a nuestros orígenes: un abrazo de madre, una mirada de padre, un recuerdo de infancia. Es nuestra manera de dar las gracias a quienes nos enseñaron todo, sin recetas escritas, pero con un amor infinito por la cocina.
Choco es hoy un espacio donde la tradición andaluza se reinventa sin perder su esencia. Un lugar que mira al futuro con creatividad y respeto por el producto local, pero que nunca olvida de dónde viene: de una familia, de un barrio y de una historia que se sigue escribiendo, plato a plato.
- KISKO GARCÍA
MANIFIESTO CHOCO
1 Utilizar productos locales siempre que sea posible.
2 Trabajar con las micro estaciones respetando el propio ritmo de la naturaleza y su producto.
3 El sabor es el epicentro de nuestro trabajo, está siempre en primer lugar.
4 Promover y utilizar productos biológicos, siempre una lógica de sustentabilidad.
5 Crear e integrar dinámica entre productores, artesanos y cocineros.
6 Promover el intercambio de ideas entre cocineros nacionales e internacionales.
7 Aliar el conocimiento tradicional y las técnicas de vanguardia. Explotar la tónica para potenciar el producto.
8 El conocimiento potencia la creatividad y permite nuestra evolución en diversas direcciones.
9 El equipo es una unidad, el proceso creativo nace de todos los elementos que lo componen.
10 Choco es una actitud, puertas afuera continuamos atentos a la realidad envolvente, observamos las ciudades, los campos, los mares, las sierras y a las personas, y nos inspiramos nosotros mismos.