CHOCO, UNA HISTORIA SOBRE ANDALUCÍA

Cocinar Andalucía en todos los sentidos, ese es el nuevo propósito de Kisko García. Trazar una travesía sensorial por el sur, extraer con mimo los sabores de cada región y expresarlos en un homenaje a la cultura andaluza. Todo ello se refleja en un nuevo menú fundamentado en cuatro pilares necesariamente complementarios que son seña de identidad del restaurante:

CHOCO, UNA HISTORIA SOBRE ANDALUCÍA

Cocinar Andalucía en todos los sentidos, ese es el nuevo propósito de Kisko García. Trazar una travesía sensorial por el sur, extraer con mimo los sabores de cada región y expresarlos en un homenaje a la cultura andaluza. Todo ello se refleja en un nuevo menú fundamentado en cuatro pilares necesariamente complementarios que son seña de identidad del restaurante:

CHOCO: tradición, alma y vanguardia en cada plato

Choco no es sólo un restaurante. Es el lugar donde la memoria se transforma en creación, donde la cocina de barrio se viste de alta gastronomía sin perder su alma. Aquí, cada ingrediente cuenta una historia, cada plato es un homenaje a Andalucía, y cada servicio es una forma de seguir honrando a quienes nos enseñaron a cocinar con el corazón. Choco es hogar, es raíz, y es también mirada al futuro. Un punto de encuentro entre lo que fuimos y lo que soñamos ser

CHOCO: tradición, alma y vanguardia en cada plato

Choco no es sólo un restaurante. Es el lugar donde la memoria se transforma en creación, donde la cocina de barrio se viste de alta gastronomía sin perder su alma. Aquí, cada ingrediente cuenta una historia, cada plato es un homenaje a Andalucía, y cada servicio es una forma de seguir honrando a quienes nos enseñaron a cocinar con el corazón. Choco es hogar, es raíz, y es también mirada al futuro. Un punto de encuentro entre lo que fuimos y lo que soñamos ser

KISKO GARCÍA

Kisko García representa uno de los máximos exponentes de la alta gastronomía andaluza, un conjunto vanguardista de chefs que no deja de impregnar de imaginación el milenario recetario de su tierra. Su estilo, de fuerte personalidad e intención reflexiva, parte de los productos locales y las tradiciones culinarias cordobesas y regionales en general, para llegar, a través de una caudalosa formación, hasta la transgresión técnica y sensorial de hechuras, texturas y acabados.